lunes, 28 de marzo de 2016

Dónde están?

Fui al otro mundo en busca de algunas cosas para la casa... Hay cosas que es mas fácil comprar en el otro mundo que fabricartas tu mismo, por eso viajo de vez en cuando, solo ciando necesito algo urgente. Esta vez era una de esas veces que no me quedaba mas remedio; el conde había enfermado y yo prometí conseguirle algo que lo ayudara en poco tiempo. Lo necesitaba antes de mañana así que no me lo pensé y fui.
Como me tengo que cambiar en la casa de Alex y tenía además que moverme por la transitada ciudad de Nueva York, tarde aproximadamente 2 horas entre que salí de casa y me prepare para entrar al Reino Fantasía de nuevo. Parecera que 2 horas no son mucho, pero las aparencias engañanan... Y 2 horas son suficientes para que algo muy malo suceda, y así fue.
En el momento que entre al reino, note algo raro, no había ningún pájaro volando, eras las 4 de la tarde (las "o" en el reino), normalmente el cielo está plagado de marmitas y gueznuros, pero hoy no estaban. De las marmitas no me extrañan, porque se esconden el día antes de que llueva; pero los gueznuros vuelan hasta que el agua no les deja mover las alas... Y en ese momento el cielo estaba mas despejado que nunca.
Después de hacer toda esa deducción empecé a correr, primero hacia la casa, ni el abuelo ni John estaban, entonces corrí al establo, con la esperanza de que al abrir las puertas estuvieran ahí... Abrí y caí al suelo, mis dragones no estaban, solo había uno, gelo, con una nota que decía: " espero hayas disfrutado del paseo, te espero en mi Condado", sin remitente ni direccion, ni siquiera una pista para saber quien podía ser...
Desde la declaración de Paz que firmamos hace 3 meses atrás, todos los Condados de Reino vivíamos en paz, solo los duendes habían dado algo de problemas, pero no tendrían motivos como para llevarse a los que quiero de una. El único enemigo que habíamos tenido era el tiempo, razón por la cuál casi se muere Gelo, tal vez por esa razón lo habrán dejado... De todas formas él ya recuperó la compostura.
Agarré mi dragón y vole hacia el único que podría darme respuestas, el Conde.
Al entrar vi que el Conde no se encontraba bien, dudo que se haya levantado de la cama en todo el día, de rodas formas, tras darle la medicina, le conté la situación, pero el no sabía absolutamente nada, estaba tan sorprendido como yo, me sugirió lo peor que me podría haber sugerido: ir a preguntarle al Príncipe Ben. Y aunque tuviera razon, ya que él podría estar detrás de todo esto, mi relación con él no está en su mejor momento... O mejor dicho, está en su peor momento...
De todas formas tenía que ir, no podía no ir, no tenía mas opciones, ni pistas, y como ya dije, probablemente él este detrás de todo.
Me subí a Gelo y volamos por un rato, el cual me dio para pensar bastante, y antes de llegar al castillo me puse a pensar como me iba a presentar en el castillo, si la entrada está prohibida para mi (órdenes de la reina), no puedo ir, tocar y decir "hola, ustedes tienen mis dragones y mi familia?" mas que nada porque ni siquiera tendría el derecho a preguntar, me expulsarian antes de llegar al Príncipe.
Así que me senté en una roca, exactamente la roca sobre la que estoy ahora, ideando un plan para poder entrar al aposento de Ben

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